Quédate con ella...


Quédate con ella y
mírala dormir. No la
despiertes, está
soñando contigo.
Desvístela con los ojos,
observa sus lunares y
cada una de sus pecas.
Recuérdate a ti mismo
por qué te gusta tanto.
Sal a fumar, pero déjale
una nota. Dile cuanto la
quieres y escribe que
volverás. Vuelve. Si
aún no ha despertado,
susúrrale al oído que
no hay tiempo que perder.
Prepárale un café y
pídele bailar. Y luego
de todo eso, invítala a
volar.