Te amo.

Ella: Te amo.
Él: ¿Estas segura de eso?
Ella: Sé que te amo. Lo sé porque cuando discutimos,
cuando nos alejamos, cuando ya ni hablábamos
y ocurría algo digno de contar, algo gracioso…
Lo primero que pensaba era en decírtelo.
Sigue siendo así. Siempre ha sido así.


¿Recuerdas todas esas conversaciones hasta la madrugada?


Él: ¿Recuerdas todas esas conversaciones hasta la madrugada?
Ella: Como podría olvidarlas...
Él: De la misma forma que me olvidaste a mi.